LAS BRECHAS TERRITORIALES LABORALES EN BIZKAIA

La economía de Bizkaia continúa situándose en la actualidad entre las más prósperas del país. Desde la reconversión industrial de las décadas de los 80 y los 90, el PIB per capita del territorio se ha mantenido entre los más elevados, por encima de la media de la UE-27. Sin embargo, los datos muestran divergencias relevantes entre las distintas comarcas del territorio, con un reparto desigual de las ganancias del desarrollo económico.

En este sentido, los datos muestran que la prosperidad se ha concentrado en comarcas como Plentzia-Mungia, Duranguesado o algunos municipios del Gran Bilbao. A la inversa, Encartaciones y las zonas más rurales de Gernika-Bermeo y Markina-Ondarroa han visto incrementar en menor medida tanto su producción económica como la renta per capita de su ciudadanía. Adicionalmente, la creación de riqueza parece haberse concentrado en las áreas más urbanas, en detrimento de aquellas más alejadas.

Desigualdad y desempleo han ido tradicionalmente de la mano en España. Por ello, el diferente desempeño del mercado laboral en las comarcas de Bizkaia podría encontrarse detrás de las divergencias en prosperidad encontradas. Las cifras muestran que, si bien el desempleo se ha reducido de forma generalizada en todo Bizkaia, las zonas que aún hoy cuentan con más personas desempleadas que la media del territorio son aquellas que menos han crecido en las últimas dos décadas. De mismo modo, la ocupación se ha quedado atrás en algunos municipios de Encartaciones, Margen Izquierda o la costa de Bermeo a Ondarroa.

La transformación económica que buena parte de los países occidentales han transitado en las últimas décadas es uno de los principales factores detrás de la desigualdad territorial. Sectores tradicionales, como la agricultura, la pesca o las industrias pesadas han perdido peso en la economía, mientras nuevas industrias altamente intensivas en conocimiento y tecnologías, así como servicios relacionados con la terciarización han crecido notablemente.

En general, las comarcas más expuestas a los sectores en declive son aquellas que más problemas han encontrado para adaptarse a la nueva economía. Los nuevos sectores, sin embargo, han tendido a concentrarse en áreas concretas, como Duranguesado, Plentzia- Mungia o Bilbao, con el consiguiente incremento en productividad y creación de empleo. La transformación económica tiene una gran relación con el cambio tecnológico, que potencia la cualificación de las personas trabajadoras como un factor altamente necesario. A este respecto, también se observa que aquellas comarcas con un mayor crecimiento económico coinciden con aquellas donde una mayor proporción de la población cuenta con estudios profesionales o superiores. Este factor ha permitido el desarrollo de industrias que requieren alta cualificación, así como de servicios notablemente especializados.

En relación con los anteriores puntos, el cambio demográfico ha supuesto otro reto añadido para algunas comarcas de Bizkaia. Tras décadas de llegadas de población trabajadora proveniente de otras provincias, la población del territorio se ha estancado y ha envejecido progresivamente. Mientras las personas jóvenes se han concentrado en áreas más urbanas y con mejores oportunidades laborales, las zonas más rurales y con economías menos dinámicas han perdido población a lo largo de los años. Es presumible que esta tendencia se mantenga en las próximas décadas, ahondando en mayor medida las desigualdades territoriales hoy encontradas.

En definitiva, son numerosos los factores que han podido afectar de manera diversa a las comarcas del territorio de Bizkaia. En conjunto, estos han determinado que algunas zonas cuenten con economías y mercados laborales en auge, mientras en otras el declive parece difícil de contener. La evolución de Bizkaia dependerá en gran medida de la desigualdad generado entre sus diferentes comarcas. 

En este sentido, los datos muestran que la prosperidad se ha concentrado en comarcas como Plentzia-Mungia, Duranguesado o algunos municipios del Gran Bilbao. A la inversa, Encartaciones y las zonas más rurales de Gernika-Bermeo y Markina-Ondarroa han visto incrementar en menor medida tanto su producción económica como la renta per capita de su ciudadanía. Adicionalmente, la creación de riqueza parece haberse concentrado en las áreas más urbanas, en detrimento de aquellas más alejadas.

Desigualdad y desempleo han ido tradicionalmente de la mano en España. Por ello, el diferente desempeño del mercado laboral en las comarcas de Bizkaia podría encontrarse detrás de las divergencias en prosperidad encontradas. Las cifras muestran que, si bien el desempleo se ha reducido de forma generalizada en todo Bizkaia, las zonas que aún hoy cuentan con más personas desempleadas que la media del territorio son aquellas que menos han crecido en las últimas dos décadas. De mismo modo, la ocupación se ha quedado atrás en algunos municipios de Encartaciones, Margen Izquierda o la costa de Bermeo a Ondarroa.

La transformación económica que buena parte de los países occidentales han transitado en las últimas décadas es uno de los principales factores detrás de la desigualdad territorial. Sectores tradicionales, como la agricultura, la pesca o las industrias pesadas han perdido peso en la economía, mientras nuevas industrias altamente intensivas en conocimiento y tecnologías, así como servicios relacionados con la terciarización han crecido notablemente.

En general, las comarcas más expuestas a los sectores en declive son aquellas que más problemas han encontrado para adaptarse a la nueva economía. Los nuevos sectores, sin embargo, han tendido a concentrarse en áreas concretas, como Duranguesado, Plentzia- Mungia o Bilbao, con el consiguiente incremento en productividad y creación de empleo. La transformación económica tiene una gran relación con el cambio tecnológico, que potencia la cualificación de las personas trabajadoras como un factor altamente necesario. A este respecto, también se observa que aquellas comarcas con un mayor crecimiento económico coinciden con aquellas donde una mayor proporción de la población cuenta con estudios profesionales o superiores. Este factor ha permitido el desarrollo de industrias que requieren alta cualificación, así como de servicios notablemente especializados.

En relación con los anteriores puntos, el cambio demográfico ha supuesto otro reto añadido para algunas comarcas de Bizkaia. Tras décadas de llegadas de población trabajadora proveniente de otras provincias, la población del territorio se ha estancado y ha envejecido progresivamente. Mientras las personas jóvenes se han concentrado en áreas más urbanas y con mejores oportunidades laborales, las zonas más rurales y con economías menos dinámicas han perdido población a lo largo de los años. Es presumible que esta tendencia se mantenga en las próximas décadas, ahondando en mayor medida las desigualdades territoriales hoy encontradas.

En definitiva, son numerosos los factores que han podido afectar de manera diversa a las comarcas del territorio de Bizkaia. En conjunto, estos han determinado que algunas zonas cuenten con economías y mercados laborales en auge, mientras en otras el declive parece difícil de contener. La evolución de Bizkaia dependerá en gran medida de la desigualdad generado entre sus diferentes comarcas. 

Informe.pdf